No he ido nunca a ver una corrida de toros. Ni las veo por TV. Creo que el llamado "arte de torear" no lo es tal. La tortura y el sufrimiento del toro y su muerte no es un espectáculo agradable ni digno de ver.
La cogida de Julio Aparicio con esas imágenes tan grotescas nos desvela el punto de fricción entre la civilización y la barbarie. A pesar de lo que digan los doctos en Tauromaquia, ésta es Pura Barbarie.
(Sugiero la lectura de “El triunfo de la compasión” por Jesús Mosterín (El País, 9-mayo-2010)y del mismo autor "La crueldad no es una fiesta" (http://www.elpais.com/articulo/cultura/crueldad/fiesta/elpepicul/20100606elpepicul_6/Tes)
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